Cuidado de las almohadillas de los perros II

               Si el último día os contábamos la importancia de cuidar las almohadillas de vuestros canes y cómo prepararlas para un trabajo intenso, hoy daremos un paso más: Qué hacer cuando ya se han producido las lesiones.

Almohadilla sana

               Lo primero que debemos saber es qué cosas nos pondrán sobre alerta de que algo no va bien, es decir, los síntomas que presentan los perros cuando tienen alguna lesión en las almohadillas.




               Es muy posible que mientras dure el ejercicio no notemos nada particular, pero pasado un rato después de finalizar el mismo es muy posible que notemos: dificultad parra apoyar, cojeras, reticencias a caminar, rastro de sangre por donde caminan o incluso sangrados evidentes y profusos.

               Una vez detectado que algo ocurre, se debe realizar una exploración de la pata que muestra los síntomas, pero sin olvidarnos las demás, ya que si cojean, sólo lo harán de la pata que más les duela sin que ello suponga que el resto de patas están bien.

               Vamos a ir viendo detalladamente de menor a mayor gravedad lo que podemos encontrarnos en esta exploración y cómo debemos actuar en cada caso.



               Pinchos, piedras, espigas y semillas espinosas (zaragüelles aquí en Extremadura)
         
               Si encontramos que alguna de estas cosas ha quedado enganchada entre las almohadillas de nuestros canes la retiraremos inmediatamente y comprobaremos si ha dejado alguna lesión real. Si sólo estaba enganchada provocando incomodidad al pisar no tendremos que realizar nada más, aunque es posible que el perro aún se queje durante un rato porque la molestia puede perdurar.

               Si estaba clavada y vemos que hay lesión real debemos, lo primero, comprobar que no queden restos, que hemos extraído todas las partes, ya que si queda algo dentro se producirá una infección que empeorará la situación.

               Limpiaremos la herida con suero fisiológico o agua potable en su defecto y aplicaremos un desinfectante como la povidona yodada (el Betadine de toda la vida) rebajada con agua al 50%.

               Realizando esta cura durante dos o tres días, la herida debería haber cicatrizado. Si empiezan a aparecer líquidos, como exudados o pus o la herida tarda mucho en cicatrizar es preferible recurrir a un veterinario que nos indique cuál es el problema y nos ayude a solucionarlo.

               NOTA: En el caso de las espigas, si están profundamente clavadas os recomiendo encarecidamente que llaméis a un veterinario para que realice la correcta extracción de la espiga y realice las curas y administre los medicamentos adecuados, ya que los problemas derivados de estas lesiones pueden ser muy graves si no se tratan correctamente.

               Irritación e hinchazón

               Suele ocurrir cuando forzamos más de la cuentas las patas de los canes. Las veréis inflamadas, rojizas y estarán calientes. Es muy probable que el perro se lama continuamente y que prefiera no moverse en exceso.

               Para aliviar los síntomas lo más efectivo es aplicar una solución de agua templada con vinagre y una pizca de sal con un paño limpio o una gasa, o directamente por inmersión, intentando evitar que el perro se lama hasta que haya pasado un rato.

Tratamiento de las lesiones de una pata por inmersión.

               Aplicar dos veces al día (siempre que sea posible) durante un par de días. Aunque mejore notablemente después de la primera aplicación, es aconsejable aplicarlo durante dos días para acelerar el proceso de curación.



               Abrasión y quemaduras
             

               En el caso de localizar pequeñas zonas descarnadas, en las que se aprecia la parte profunda de la almohadilla, es recomendable realizar una cura básica de lavado con suero o agua potable para retirar los restos de tierra y polvo y aplicar povidona yodada ligeramente diluida (dos partes de povidona por una de agua)

Heridas por abrasión o "desgaste" de las almohadillas

               Lo recomendable es realizar esta cura dos veces al día durante dos días, si después de eso no ha mejorado, es posible que necesite una pequeña ayuda con alguna pomada específica para quemaduras, cicatrizante, regeneradora o antibiótica. El veterinario sabrá indicaros cuál es la que más conviene en vuestro caso, pero en general Furacín ofrece buenos resultados en estas lesiones.

Quemaduras en la almohadilla plantar. La piel superficial desaparece y deja a la vista la capa interna de la almohadilla, roja y sanguinolenta.

               Grietas y cortes
             
               Esta es la lesión más grave que podéis encontrar en las almohadillas de vuestros compañeros. En estos casos lo adecuado es hacer una cura inicial y avisar posteriormente a un veterinario que realice una cura en profundidad y nos indique qué medidas debemos tomar.

Grieta en la almohadilla plantar. Los bordes son irregulares y la herida no es muy profunda.

Corte casi curado en la almohadilla plantar. Los bordes son lisos y la herida es profunda. Los cortes pueden producirse con piedras de bordes afilados, o con basura humana (cristales, latas,...)

               Lavar las heridas con suero utilizando una ligera presión para arrastrar todos los restos de arenilla y suciedad que se hayan quedado adheridas a la herida. Después se debe aplicar povidona yodada diluida con agua al 50%.

Corte reciente en la almohadilla de un can. Los bordes son continuos y lisos, y la herida no es muy superficial.

             

               El veterinario, en función de la gravedad de las grietas o cortes determinará cómo realizar las curas posteriores y nos indicará qué cuidados específicos debemos administrar. Una pomada cicatrizante con antibiótico como la Blastoestimulina no faltará entre sus recomendaciones y es posible que en casos graves deba suturar la herida.

Grieta profunda con infección en la almohadilla plantar. Se aprecia pus y necrosis de los bordes de la herida. Esta lesión no se ha detectado a tiempo y su curación será difícil y lenta, siendo necesarias curas diarias y atenciones especializadas.

               Hasta aquí nuestro artículo de hoy, esperamos que os sea de utilidad. Nos gustaría que nos contarais si utilizáis estas recomendaciones y qué resultados os dan.


               Os recomendamos que para cualquier consulta o atención que necesitéis podéis llamar al 627298387 o escribir a veterinariaferrer@gmail.com.