Los conejos se están convirtiendo cada vez más en una habitual mascota, ya que son animales que aportan compañía, dóciles, generan poco trabajo, no ocupan demasiado espacio, etc. En muchas ocasiones, especialmente para gente que vive en un piso o casas pequeñas, adoptar un conejo como animal doméstico resulta mejor que un gato o perro. En función del espacio del que dispongamos, nuestro conejo podrá vivir en una jaula o en una zona habilitada especialmente para ellos, siempre tomando las medidas de seguridad necesarias. Además, existe un número considerable de razas de conejo, entre las que podremos elegir la que mejor se adapte a nuestros intereses: dimensión, tipo de pelaje, hábitat... Para que viva como un rey, te contamos cómo cuidar un conejo doméstico.
Asimismo, una de las características principales de estos animales es el hecho de que los dientes les crecen continuamente, por lo que tienen que masticar mucho para desgastarlos, y que no les crezcan demasiado y generen problemas. Por esta razón, el heno deberá formar parte de la dieta de nuestro conejo, así como también podemos ponerle madera, cartón, ramas de árboles… para roerlo.
Deberemos cepillar el pelo de nuestro conejo varias veces por semana o a diario en caso de que sea una de las razas con pelo largo. Con esto, evitaremos que se les puedan generar bolas de pelo en el estómago, que pueden llegar a ser mortales para los conejos. Administrarles malta también es una buena forma de impedir la formación de estas bolas de pelo.
Por el contrario, no se debe bañar a los conejos, ya que ellos mismos dedican mucho tiempo a su aseo. Aunque en días muy calurosos de verano, si les vemos muy agobiados, podemos refrescarles la zona de las orejas y la nuca. Y en caso de que sea estrictamente necesario, por ejemplo porque se han ensuciado mucho, podemos bañar a un conejo en seco. Más adelante os explicaremos cómo hacer esto.
El conejo es un animal que necesita hacer ejercicio, por lo que si lo tenemos dentro de una jaula -siempre de dimensiones considerables-, deberemos sacarlo unas cuantas horas al día para que pueda correr libremente, por ejemplo en una terraza o balcón. Tendremos que apartar o proteger todo lo que nuestro conejo pueda roer y estropear, ya que además de los desperfectos que cause, puede ser muy peligroso para el animal.
Es necesario vacunar a los conejos domésticos contra la mixomatosis, una enfermedad que se transmite a través de pulgas y mosquitos; se recomienda vacunarles cada 6 meses, en primavera y otoño. Además, también es bueno vacunarlos frente a la enfermedad vírica hemorrágica, especialmente si viven varios juntos. Tampoco estará de más que conozcas cuáles son las enfermedades más comunes en los conejos domésticos para poder así prevenirlas.
Se recomienda también esterilizar o castrar a los conejos domésticos, en el caso de las hembras para evitar posibles tumores de útero y mamas así como infecciones. Mientras que en machos, ayudará a eliminar comportamientos agresivos propios de la época de celo.
La alimentación es también un factor clave para que vuestro conejo/a doméstico/a esté bien cuidado y lleve una vida sana. Los ingredientes básicos de la dieta de los conejos son: el heno, los vegetales y el pienso. En otra entrada hablaremos más extensamente sobre la alimentación de los roedores.
Recordad que si necesitáis ayuda con vuestros roedores podéis contactar con nosotros en el 627298387, a través de Facebook, o en el correo veterinariaferrer@gmail.com
¡Esperamos que esta información os sea de ayuda!
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